Cambio de caldera de gasoil por bomba de calor en un adosado en Íscar, Valladolid

Ahorro, tecnología y confort en un único equipo

Durante años, esta vivienda de Íscar se sirvió de una caldera de gasoil para su climatización. Hace ya tiempo, sin embargo, que los propietarios decidieron que el rendimiento del aparato no compensaba el gasto que suponía calentar la casa. Peor aún, ese gasto, aunque siempre era elevado, era difícil de anticipar, dada la gran variabilidad de los precios del gasoil. Y la incertidumbre no es algo en absoluto deseable cuando hablamos de climatización. Además, aquel sistema no cumplía la necesidad de refrescar la vivienda en verano.

Han participado en este proyecto

No saber cuánto te va a costar llenar el depósito de la calefacción de cara al próximo invierno es uno de los inconvenientes de calentar tu casa con una caldera de gasoil. Los precios del combustible cambian constantemente. Por eso los propietarios de esta vivienda adosada de 140 m2 (cuatro habitaciones, salón, cocina y dos baños) ubicada en el casco urbano de Íscar, Valladolid, decidieron que había llegado el momento de buscar alternativas en cuanto la vieja caldera "empezó a flaquear".

Antes de acudir a profesionales, jamás habían oído hablar de la aerotermia. Para los técnicos de Ricardo Sánchez Climatización, en cambio, se trataba de la opción lógica. La casa tiene todo lo que hay que tener para que una bomba de calor "pueda lucirse": orientación sur de la fachada principal, una instalación de suelo radiante y buen aislamiento de la envolvente a base de SATE. El SATE (Sistema de Aislamiento Térmico Exterior) es un sistema multicapa con el que se recubre la fachada para lograr un aislamiento pleno del edificio. Aunque nació como recurso para la rehabilitación de fachadas, hoy en día se utiliza también en obra nueva, debido a su probada efectividad. 

Finalmente se decidió instalar una Genia Set, una solución compacta integrada para calefacción, agua caliente e incluso refrigeración, que combina una bomba de calor Genia Air de 11 kW como generador de calor y frío aerotérmico y una torre hidraúlica de atractivo diseño (similar a un frigorífico) que incluye un acumulador de agua caliente de 200 litros.

Aunque una de sus ventajas es que su tamaño compacto facilita su instalación en viviendas con poco espacio (incluso en cocinas), en este caso la casa contaba con un pequeño cuarto de calderas en el sótano, donde hasta entonces había estado la antigua caldera de gasoil.

A día de hoy los propietarios confirman que el ahorro del 40% proyectado es un hecho. Pero sin duda, su gran sorpresa ha sido el aumento en el nivel de confort. Gracias a la gestión inteligente de la centralita Examaster y a la alta eficiencia de la tecnología instalada, la casa mantiene ahora una temperatura constante tanto en invierno como en verano, sin saltos de temperatura. Y lo que es más importante, sin sorpresas en la cuenta corriente.