Sustitución de una caldera de gasoil por un sistema aerotérmico en un chalet de Getxo

Dos bombas de calor sirven para cubrir, no solo la climatización y el ACS en la vivienda, sino también para calentar la piscina

Hace algo más de tres años, cuando Re_Magazine comenzaba su andadura, decíamos muy a menudo que la aerotermia estaba destinada a convertirse en el nuevo estándar en el ámbito de la climatización. Proyectos como éste que traemos hoy demuestran que, en efecto, se han sentado las bases para ello. Cada vez más a menudo son los propios consumidores quienes demandan soluciones sostenibles de alta eficiencia, sin necesidad de que, como ocurría hasta hace poco, sean los instaladores quienes les descubran esta tecnología.

Han participado en este proyecto

Saunier Duval

Tecnología

Eso fue, más o menos, lo que ocurrió con esta casa de Getxo (Bizkaia). Aquí fueron los nuevos propietarios del inmueble los que buscaron desde el mismo momento de la compra mejorar su eficiencia energética. Y no hablamos precisamente de una construcción antigua que requiriese una intervención inexcusable, sino de una vivienda construida en 1996.

Desde entonces, y hasta hace bien poco, una caldera de gasoil se encargaba de calentar sus cinco habitaciones, seis cuartos de baño, dos salones, cocina, comedor, biblioteca y lavadero (del tamaño aproximado de la cocina). En total, 278 m2 de superficie.

Como se ve, estamos ante una vivienda relativamente moderna y de alto standing que, como tal, cuenta con niveles de aislamiento y criterios de eficiencia propios de su época y categoría: orientación sur, ventanas correderas de doble cristal, buena envolvente… En definitiva, un nivel de aislamiento bueno en general, incluso para los estándares actuales.

Sin embargo, los últimos 25 años no han pasado en vano en el mundo de la climatización y el margen de mejora en este aspecto era enorme. Los nuevos propietarios lo sabían y tenían claro que no querían continuar con un sistema basado en el gasoil, de manera que se pusieron a buscar alternativas.

Fue en ese proceso de tanteo en el que se toparon con la aerotermia, una tecnología que por sus rendimientos estimados y gran sencillez de instalación se les hizo muy atractiva. Pero además, la aerotermia no solo les ofrecía la posibilidad de obtener agua caliente, calefacción y refrigeración en la vivienda con un solo sistema; sino también de calentar la piscina con la misma tecnología.

La climatización de piscinas por suelo radiante ofrece una gran ventaja frente a otros sistemas. Como el agua caliente pierde algo de densidad, tiende a subir a la superficie, mientras que el agua fría de arriba, más densa, desciende hacia el fondo, más cerca del sistema emisor. De esta manera se crea un sistema de convección que, una vez alcanzada la temperatura deseada, es capaz de mantenerla sin mucho trabajo.

Finalmente, la confirmación por parte de los profesionales de EkoKlima de que, en efecto, el clima de la zona invitaba a decantarse por la aerotermia, fue el factor que terminó de convencer a los propietarios.

La instalación

Para cubrir las necesidades de climatización y agua caliente de esta vivienda se instalaron en total dos bombas de calor Genia Air. La mayor, de 15 kW, se encarga exclusivamente de la climatización de la vivienda; la otra, de 5 kW, se dedica a la producción de agua caliente (con interacumulador de 300 litros) y a la climatización de la piscina, pero en caso necesario también puede trabajar como refuerzo para calentar la vivienda. Iñaki Olano, de EkoKlima, destaca que a lo largo de todo el proceso contaron con el respaldo y la asesoría de los profesionales de Saunier Duval.

Además de las bombas de calor, como sistema emisor se instaló suelo radiante refrescante paso 10 (el número hace referencia a la distancia entre tubos) en toda la superficie de la vivienda, así como en el fondo de la piscina. En palabras de Iñaki Olano, de EkoKlima, “Lo que hacemos es meter más potencia de suelo radiante para minimizar el consumo y maximizar el rendimiento. Es un suelo radiante de muy alta eficiencia”. 

La propietaria, por su parte, destaca la gran ventaja de contar con un suelo radiante refrescante, no solo desde el punto de vista del confort, sino también desde el estético. Y es que gracias a que la emisión se produce debajo de la solera, no son necesarios radiadores ni ningún otro elemento visible. Además, contar con este sistema también en la piscina, les permite alargar la temporada de baño y disfrutar de ella durante más meses al año.

En cuanto al control de temperatura, la instalación de suelo radiante refrescante está zonificada y cada una de esas zonas cuenta con un termostato modular independiente.

Hace ya unos meses que los propietarios residen en la vivienda y, tal y como podemos ver en este vídeo, están muy satisfechos con su elección.