Un chalet climatizado con aerotermia, suelo radiante y fancoils en Chiclana de la Frontera

Esta vivienda unifamiliar es un ejemplo de cómo el volumen de climatización puede determinar el sistema emisor

¿Qué otro sistema de climatización podría tener una vivienda unifamiliar de nueva construcción que no fuera uno basado en aerotermia? Por el nivel de confort que aporta, por ser un sistema de 0 emisiones y por el rendimiento que ofrece, —que aumenta ostensiblemente con cada nueva generación de bombas de calor—, cada vez se impone más a menudo como la opción recomendada por los instaladores. Sobre todo cuando, como en este caso, el sistema emisor es un suelo radiante.

Han participado en este proyecto

Arquimara

Arquitecto

Saunier Duval

Tecnología

Hoy os traemos otro ejemplo de la excelencia del tándem bomba de calor-suelo radiante. En este caso se trata de un chalet recientemente construido cerca de la playa de la Barrosa, en Chiclana de la Frontera; una vivienda de 237 m2 repartidos entre un sótano de 75 m2 y una planta a nivel de calle de 162 m2 que acoge un salón-cocina, cuatro habitaciones y tres baños (un aseo, un cuarto de baño exento y otro en suite). Esta única planta de vivienda tiene sin embargo una gran altura, pues está situada directamente bajo el tejado a dos aguas (de hormigón, con cubierta de pizarra). Esta característica otorga a cada una de las estancias un volumen de climatización muy superior a lo habitual para esta superficie.

El volumen es muy importante a la hora de climatizar una estancia; especialmente en lo que respecta a la calefacción. Tanto es así que resulta determinante a la hora de escoger un sistema de emisión. Imaginemos, por ejemplo, que optamos por un circuito de radiadores tradicionales para una vivienda con techos de 3 metros de altura. Dado que el aire caliente tiende a subir y a acumularse en la parte superior de la estancia, los radiadores crearán una columna de aire ascendente que se concentrará muy lejos de nosotros, sin que podamos notar su efecto a no ser que estemos muy cerca de los emisores. Finalmente, a base de calentar aire, habrá tantos metros cúbicos que es de esperar que empecemos a notar su efecto de arriba abajo, es decir, primero por la cabeza; y esto, sin duda, proporciona un nivel de confort muy pobre.

Si, por el contrario, optamos por una instalación de suelo radiante para la misma vivienda, el calor partirá del suelo y “nos rodeará” en su camino hacia el techo, de manera que notaremos su efecto enseguida y de la manera más confortable; es decir, de abajo arriba.

El suelo radiante, como ya hemos comentado en alguna ocasión tiene su mayor ventaja y su peor inconveniente en una misma característica: la inercia térmica. La inercia térmica hace que cuando encendemos la instalación después de un periodo prolongado sin uso, el suelo tarde un tiempo en calentar la solera, que es la que irradia después el calor hacia nosotros. En la otra cara de la moneda, esa misma inercia térmica permite al suelo seguir despidiendo calor mucho tiempo después de haber apagado la instalación. Si pudiéramos ver el rendimiento de un suelo radiante en una gráfica, veríamos que su comportamiento es ondulado, mientras que en los radiadores térmicos tiene forma de sierra. Este inconveniente en el arranque, sin embargo, se puede solucionar con la incorporación al circuito de uno o varios fancoils, que son capaces de calentar o enfriar una estancia en tiempo récord. 

Esta combinación de bomba de calor, suelo radiante y fancoils es precisamente la que se ha escogido en esta vivienda de Chiclana de la Frontera, y es sin duda la elección correcta dadas sus características. Los técnicos de Tecnomax, empresa instaladora a cargo del proyecto, lo vieron claro desde el principio. Cada vez son más las instalaciones de este tipo que llevan a cabo por la zona y en todas las ocasiones los resultados han sido muy satisfactorios. De hecho, según indican, la aerotermia tiene una gran aceptación en la zona sur, donde el tipo de clima, poco dado a los cambios de temperatura bruscos, hace que la aerotermia pueda ofrecer un gran nivel de confort. Por su parte, los propietarios se dejaron convencer, tanto por estas explicaciones como por el ahorro proyectado de entre el 50% y el 70% frente a otros sistemas convencionales de climatización.

Así pues, la vivienda ha sido dotada con suelo radiante en toda la superficie de la planta de vivienda y se han colocado dos fancoils de conductos de 8 kW, de Saunier Duval, situados en el hall de las escaleras que conduce al sótano. En cuanto a la regulación, la instalación se ha zonificado y cada habitación, además del salón, cuenta con su termostato independiente con el que se puede regular tanto el funcionamiento del suelo radiante como el de los fancoils.

Para la generación se ha optado por la solución Genia Air Split de Saunier Duval, con la unidad exterior situada en la cubierta y la unidad interior, los componentes hidráulicos y el acumulador de agua caliente, instalados en el sótano.

El cliente, según nos cuentan desde Tecnomax, está más que contento con la elección. Tanto es así que ya ha solicitado una ampliación de la instalación con un tercer fancoil en el sótano y una instalación fotovoltaica Helio PV, también de Saunier Duval para apoyar la bomba de calor, que no harán sino mejorar una instalación ya de por sí estupenda. Y es que todas las soluciones de aerotermia de Saunier Duval son compatibles y, combinadas con una instalación fotovoltaica, conforman un sistema más eficiente, sostenible y cercano al autoconsumo energético.