Adela Úcar nos abre las puertas de su casa y nos habla de confort, ahorro, sostenibilidad y aerotermia

La periodista y presentadora Adela Úcar encontró hace tres años una casa que reunía todo lo que ella buscaba: que estuviera en Getxo, que contara con jardín, que tuviera encanto y que no fuera excesivamente grande. Sin embargo, los “peros” también eran notables: tenía problemas de humedad y de aislamiento y, en definitiva, necesitaba una reforma importante.

Adela contactó entonces con la arquitecta Miren Rivas, a quien había conocido hacía poco en una entrevista, para que proyectara una reforma del edificio basada en los principios Passivhaus. Este término hace referencia a un estándar de construcción de altísima exigencia en cuanto a sostenibilidad, eficiencia energética, ambiente saludable y confort de los inquilinos. Para lograr el objetivo, pues, había que dotar a esta vivienda de un aislamiento térmico capaz de evitar las pérdidas energéticas; ausencia de puentes térmicos; un sistema de ventilación con recuperador de calor y una solución de climatización a base de energías renovables.

Adela reconoce, sin embargo, que por entonces no conocía la aerotermia. Fueron los técnicos de EkoKlima, empresa instaladora perteneciente a la red Instal XPERT de Saunier Duval, los que se la descubrieron. La propuesta convenció enseguida a Adela, no solo por sus evidentes ventajas, sino también porque fue consciente de que lo que en ese momento parecía una apuesta por la innovación, en pocos años iba a ser una exigencia de los futuros códigos técnicos de construcción. No le faltaba razón; las normativas europeas de transición energética ya apuntan en la dirección de incorporar soluciones de climatización eficientes, sostenibles y con bajas emisiones de CO₂ que permitan alcanzar los objetivos de descarbonización fijados para 2050.  Y, en este camino, la aerotermia juega un papel fundamental.

Finalmente se optó por una solución de aerotermia de Saunier Duval con emisión mediante radiadores trabajando a baja temperatura para la parte de calefacción, y, para la parte de refrigeración, con una batería de post tratamiento inserta en el circuito de ventilación antes mencionado. La unidad exterior, una bomba de calor Genia Air de 5 kW, se ubicó en el jardín y los elementos interiores de la instalación, como el interacumulador o el depósito de inercia, quedaron instalados en un cuarto-lavandería.

Pues bien, una vez acabado el proyecto y habiendo vivido los inquilinos un par de años en ella, estas son sus impresiones. Adela reconoce estar encantada y recomendar activamente el sistema por su sencillez, su bajo consumo, su gran eficiencia y su sostenibilidad. Por si eso fuera poco, sabe que además cuenta con una marca de reconocido prestigio en aerotermia y, lo que es más importante, un servicio técnico oficial capaz de garantizar el buen funcionamiento de la instalación a lo largo de toda la vida útil de los equipos.  

Cabe decir, además, que la vivienda ha conseguido la calificación energética A, como corresponde a una casa correctamente aislada y climatizada con un sistema basado en energías renovables, como es la aerotermia. 

Os dejamos aquí un vídeo en el que tanto Adela como Miren Rivas, arquitecta a cargo del proceso, e Iñaki Olano, instalador de EkoKlima nos dan sus impresiones sobre este proyecto.