Qué son los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas
Cómo el mundo planea mejorar la vida de las personas, cuidar el planeta y promover la prosperidad
En 2015 193 países firmaron un compromiso para alcanzar la igualdad entre las personas, proteger el planeta y asegurar la prosperidad sin dejar a nadie atrás. Se fijaron el año 2030 para alcanzar el objetivo y, para lograrlo, establecieron 17 objetivos individuales que todos ellos deben ir alcanzando, ¿Qué objetivos son esos y en qué punto estamos cuando han pasado casi dos tercios del plazo?
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son herederos de los Objetivos del Milenio, ocho propósitos que se fijaron en el año 2000 y que fueron sancionados por 189 países (cuatro menos que los ODS). Aquellos primeros propósitos se fijaron como fecha tope para su consecución el año 2015, momento en el que se revisaron y se enunciaron los ODS (en este caso 17), con fecha límite en 2030. Es decir, que estamos ante un sistema quindenial de objetivos de desarrollo humano. Previsiblemente, estos ODS serán revisados en 2030 y se enunciarán nuevos objetivos a alcanzar para 2045.
A este periodo de 15 años en el que nos encontramos ahora se le conoce también como Agenda 2030. En los países de habla hispana existe cierta confusión sobre si la Agenda 2030 es lo mismo que los ODS. Es un problema de asimilación; por lo que sea, hemos decidido pronunciar Agenda 2030 como se hace en lengua inglesa (es decir, Agenda veinte-treinta), lo cual parece sugerir que se trate de otro plan a desarrollar entre 2020 y 2030. No es así, realmente deberíamos llamarla Agenda Dos mil treinta, pues el nombre simplemente hace referencia a la fecha tope para conseguir los objetivos fijados. La Agenda 2030, por tanto, no es otra cosa que el conjunto de los ODS.
Según Naciones Unidas, los ODS son metas que buscan promover un plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad, y que también tiene la intención de fortalecer la paz universal y el acceso a la justicia. Para ello se incide sobre las esferas económica, social y ambiental. Concretamente, estas son las metas:
Como se ve, estos 17 propósitos tienen un carácter muy general, por lo que, en realidad, su cumplimiento depende de 169 metas que especifican, a modo de puntos de control, qué se debe ir haciendo y en qué orden.
Quiénes y cómo deben implantar los ODS
La implementación efectiva de los ODS requiere la colaboración de gobiernos, sector privado, sociedad civil y ciudadanos. Los gobiernos desempeñan un papel central al establecer políticas y marcos regulatorios que fomenten la sostenibilidad. Las empresas, por otro lado, son llamadas a integrar prácticas sostenibles en sus operaciones y a contribuir a la consecución de los objetivos. La sociedad civil y los individuos tienen la responsabilidad de ser conscientes de sus acciones y promover un cambio de comportamiento hacia prácticas más sostenibles.
Qué ODS afectan al mercado de la climatización
En el caso específico del mercado de la climatización, la implementación efectiva de estos objetivos implica una transición hacia tecnologías más limpias, eficientes y sostenibles. Las empresas como Saunier Duval tenemos la responsabilidad de liderar la innovación y adoptar prácticas que contribuyan activamente a la acción por el clima y a la sostenibilidad en general. Al hacerlo, no solo cumplimos con nuestra responsabilidad social, sino que también contribuimos a asegurar un futuro más sostenible para todos. Estos son los ODS que afectan al mercado de la climatización:
Número 13: Acción por el Clima. Este objetivo busca combatir el cambio climático y sus efectos, promoviendo medidas que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero. En el ámbito de la climatización, la transición hacia tecnologías más sostenibles es esencial. Esto implica la adopción de sistemas de climatización más eficientes, el fomento de energías renovables y la reducción de la huella de carbono asociada a estos sistemas.
Número 7: Energía asequible y no contaminante. Para lograr la sostenibilidad en el sector de la climatización es esencial migrar hacia fuentes de energía más limpias y renovables. Esto implica la adopción de sistemas de climatización como la aerotermia.
Número 9: Industria, innovación e infraestructura. La innovación en tecnologías de climatización, el desarrollo de sistemas más eficientes y la mejora de las infraestructuras son elementos clave para alcanzar la sostenibilidad en este sector.
Número 12: Producción y consumo responsables aborda directamente la forma en que la sociedad consume productos y servicios. En el contexto de la climatización, esto significa adoptar los más altos estándares de producción, evitando la generación de residuos o la emisión de gases de efecto invernadero durante la fabricación.
¿Qué está haciendo Saunier Duval?
Hace mucho tiempo que Saunier Duval decidió que debía jugar un rol relevante en esta transición específica del mundo de la climatización hacia un paradigma de sostenibilidad y respeto por el medio ambiente. Aquí encontramos dos vertientes: por un lado tenemos el desarrollo de productos cada vez más eficientes y sostenibles que permitan a nuestros clientes ahorrar energía y evitar emisiones; por el otro tenemos la manera en la que se fabrican dichos productos, es decir, la actividad de la propia compañía. En este sentido se ha desarrollado una estrategia climática ambiciosa y a largo plazo con la que se busca la neutralidad climática. Para conseguirlo se han fijado las siguientes medidas, entre otras muchas, encaminadas a reducir nuestras propias emisiones de gases de efecto invernadero en un 50% de aquí a 2030 contribuyendo así al objetivo de descarbonización:
Compensación de las emisiones inevitables mediante proyectos de reforestación.
Apuesta por la electricidad procedente de fuentes de energía renovables en las plantas de producción. Las plantas y filiales en Alemania, Nantes (Francia) y Belper (UK) ya funcionan íntegramente con energía "verde”.
Implementación de medidas de eficiencia en la producción y en los edificios para ayudar a reducir el consumo de energía y así reducir significativamente las emisiones de CO2 asociadas.
Transición hacia una flota de vehículos más económicos y preferentemente eléctricos con el objetivo de que estos representen entre el 15% y el 30% de la flota para 2030.
Y como individuos, ¿qué podemos hacer?
Los ODS buscan involucrar a toda la sociedad, desde los gobiernos a las empresas e incluso a los individuos particulares. Aquí nos encontramos con el clásico dilema: las acciones de cada individuo apenas tienen impacto, pero las de la suma de todos los individuos pueden formar una fuerza de cambio imparable. ¿Es realmente posible cambiar el mundo con pequeños gestos? Lo es, siempre que la concienciación y el compromiso alcancen la masa crítica suficiente y que exista conciencia de qué es lo que realemente funciona y qué no. Por ejemplo ¿sabías que lavar la ropa con agua fría evita más emisiones que reciclar? ¿Y que reducir el consumo de carne es uno de los gestos de mayor impacto (muy, pero que muy por delante del reciclaje)?
Además, existe otra herramienta herramienta que es muy poderosa para fomentar el cambio: el consumo. La forma en la que consumimos es también un simple grano de arena, es cierto, pero, al contrario que todos esos otros pequeños gestos, este grano no busca provocar el cambio por sí mismo, sino hacer que quienes de verdad pueden impulsarlo se pongan a ello.
