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10 + 1 Sencillos pasos hacia una vida más sostenible
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10 + 1 Sencillos pasos hacia una vida más sostenible

Reduce tu huella de carbono con pequeños gestos cotidianos

Autor: Redacción Re_Magazine - Tiempo de lectura: 5 min.

En un mundo cada vez más consciente del impacto ambiental de nuestras acciones, la reducción de nuestra huella de carbono se ha convertido en una prioridad. Pequeños gestos cotidianos pueden marcar una gran diferencia y, sumados a otros, contribuir a la preservación del medio ambiente. Se trata de un cambio positivo al que cualquier persona puede contribuir.

En pocos años la preocupación por preservar el medio ambiente ha crecido muchísimo entre la población. A medida que presenciamos los evidentes cambios que se están produciendo en cosas que imaginábamos tan inmutables como los patrones meteorológicos, nos acercamos a un consenso que parecía lejano hace no mucho: SÍ, las cosas están cambiando y NO, no queremos que sigan haciéndolo. Es por ello que cada vez más personas se preocupan por reducir su huella de carbono, un concepto que hace algunos años apenas era conocido, pero que indica el volumen total de gases de efecto invernadero (GEI) que producen nuestras actividades individuales o colectivas. 

Los gestos que podamos hacer como individuos pueden parecer insignificantes si los comparamos con la capacidad de cambiar las cosas que tienen gobiernos, instituciones y empresas, por ejemplo; pero eso no quiere decir que sean totalmente estériles. Nuestros pequeños esfuerzos, unidos a los de millones de otras personas pueden provocar un cambio.

Aquí os dejamos 10+1 pequeños gestos que suponen, en general, muy poco esfuerzo, pero que, si fueran adoptados por la suficiente cantidad de gente, tendrían un impacto evidente. No hay por qué adoptarlos todos ni hay por qué hacerlo de golpe; pero son, en cualquier caso, una buena guía para reducir la propia huella de carbono.

1. Controla tu gasto energético

Reducir el gasto energético es clave para disminuir la propia huella de carbono. Una forma sencilla de lograrlo es optar por electrodomésticos etiquetados como muy eficientes. Además, apagar las luces innecesarias y controlar los dispositivos en stand by son medidas efectivas para minimizar el consumo energético en el hogar. También lo es no dejar dispositivos como teléfonos móviles o tablets cargando toda la noche. Una vez que alcanzan el 100% de carga deben ser desenchufados. Y, por supuesto, es clave revisar la potencia contratada con nuestro proveedor de electricidad.

Comprobar si estos gestos están dando resultado es muy sencillo, solo tendremos que comprobar nuestras facturas de energía.

2. Recicla tus residuos

El reciclaje es una práctica fundamental para reducir la cantidad de residuos que terminan en vertederos. Pero ten en cuenta que no hay que centrarse solamente en los residuos diarios para los que hay contenedores habilitados. Es importante considerar también aquellos desechos excepcionales, como móviles, calzado, ropa y muebles. Buscar puntos verdes o asociaciones locales que recojan y reutilicen estos materiales puede ser una excelente manera de darles una segunda vida útil, contribuyendo así a la economía circular y reduciendo de paso tu huella ambiental.

enchufe

3. Pide tu correspondencia en formato electrónico

Optar por recibir nuestras facturas y demás comunicaciones en formato electrónico en lugar de en papel no solo reduce el consumo de papel, sino que también minimiza la huella energética asociada con los envíos a domicilio. ¡Piensa en todo lo que implica enviar una simple carta! Esto, por cierto, también es extensible a la publicidad electoral, a la que ya se puede renunciar por vía oficial.

4. Selecciona empresas comprometidas con el medio ambiente

Nuestros hábitos de consumo tienen un impacto significativo en el medio ambiente. Pero, sobre todo, el consumo es la mejor palanca que tenemos para obligar a otros con mayor capacidad de influencia a adoptar medidas. Hablamos, por supuesto de las empresas, cuyas políticas medioambientales van a tener siempre un impacto mayor que nuestros pequeños gestos.

Evitar relaciones comerciales con empresas o productos que no demuestran preocupación por el medio ambiente es una forma efectiva de ejercer presión y fomentar prácticas más responsables. Al apoyar a empresas comprometidas con la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente, estamos contribuyendo a la construcción de un futuro más verde y equitativo. 

bicicleta

5. Sé, tú también, un comprador o compradora responsable.

Queda claro que “qué comprar” y “a quién comprárselo” es lo más importante, pero no es, en absoluto, lo único que podemos en relación con el consumo. Unificar envíos al comprar en línea, por ejemplo, puede reducir la cantidad de embalaje utilizado y minimizar las emisiones asociadas con el transporte. Priorizar el comercio local y de productos de proximidad cuando sea posible es un consejo muy repetido, pero no por ello menos importante. Y, por último, un gesto tan tonto como llevar una bolsa de tela reutilizable en el coche, el bolso o en la mochila es una forma fácil de evitar vernos obligados a consumir bolsas de plástico de un solo uso en compras no planificadas.

6. Utiliza medios de transporte sostenibles

Es otro de los consejos más obvios y más repetidos, pero es que tiene su importancia. El transporte es una de las principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero. Optar por medios de transporte sostenibles, como el transporte público o medios de transporte unipersonales no contaminantes como la bicicleta o una motocicleta eléctrica, desploman nuestra huella de carbono.

Además, en muchos casos, elegir alternativas más ecológicas, no solo contribuye a la mitigación del cambio climático, sino que también redunda en un estilo de vida más activo y saludable.

7. Haz tu hogar más sostenible

Transformar nuestro hogar en un espacio más sostenible es una forma efectiva de reducir nuestra huella ambiental. Pintar las paredes de blanco para aprovechar al máximo la luz natural puede hacer que retrasemos la hora de encendido de las luces. Sustituir gradualmente los electrodomésticos por modelos más eficientes a medida que toca reponerlos es otra buena medida. Pero, sobre todo, considera la posibilidad de cambiar a soluciones de climatización más eficientes y sostenibles basadas en energías renovables. ¡Piensa que gran parte del gasto energético y las emisiones que generamos, son producidas por tu sistema de calefacción y agua caliente! Cómo climatizamos nuestro hogar tiene efectos sobre el planeta. Di adiós a los combustibles fósiles y elige la aerotermia Saunier Duval, la más opción inteligente para un futuro más verde que puedes disfrutar ya hoy.  

bomba de calor en chalet
bolsas de papel

8. Consume agua de forma responsable

El agua es un recurso preciado y limitado, y consumirla de manera responsable es fundamental para reducir la propia huella hídrica. Optar por ducharnos en lugar de bañarnos, poner la lavadora solo cuando el tambor esté lleno y utilizar programas ecoeficientes que gastan menos agua son formas efectivas de conservar este recurso vital. Usar el agua de forma racional, además, reduce la energía necesaria para su tratamiento y distribución.

9. Renuncia a los plásticos

El plástico es uno de los mayores contaminantes ambientales y su uso excesivo tiene graves consecuencias para los ecosistemas y la vida marina. Buscar alternativas al plástico, como el vidrio, el metal o el papel, puede ayudar a reducir nuestra dependencia de este material no biodegradable.

10. Reduce el consumo de carne

La producción de carne, especialmente la de vacuno y cordero, está asociada con altas emisiones de gases de efecto invernadero, como el metano. Además, las fuentes de proteínas alternativas como las legumbres están relacionadas con una alimentación más saludable.

11. Adopta una mentalidad de eficiencia y sostenibilidad

Finalmente, cultivar una mentalidad de eficiencia y sostenibilidad es fundamental para integrar prácticas sostenibles en nuestra vida diaria. Al adoptar este enfoque, todos los pasos anteriores se convierten en parte de nuestra forma de ser, en lugar de simples acciones aisladas. De lo que se trata, al final, es de reeducación; de llevar una vida de menor impacto sin tener que pararnos a considerar qué significa eso.