Máximo nivel de ahorro y confort
En la calle del Dr. Juan José López Ibor, en Madrid, hay un edificio de doce alturas que alberga 43 viviendas de alto standing absolutamente exclusivas y que, sin embargo, se sirven de un sistema de climatización de uso comunitario. Una idea novedosa que, lejos de comprometer el confort, no aporta más que ventajas.
De un vistazo
Ahorro
Ahorro del 30%
Ahorro Ambiental
Hasta el 46%
Tecnología
Solar térmica + microcogeneración
Sistemas y servicios
3 calderas en cascada THERMOMASTER CONDENS. Captadores solares SRV 2.3 Helioplan, todo ello de la marca Saunier Duval. La microcogeneración es una unidad del modelo EcoPOWER 4,7 de Vaillant
Han participado en este proyecto
El edificio
Hablamos de un edificio de fachada trapezoidal color piedra, con uno de sus laterales escalonado en amplias terrazas y que alberga 43 viviendas de 1, 2, 3, 4, y 5 habitaciones. La construcción en sí, apenas ocupa un 25% de la parcela de 3.167,81 m2; el resto lo cubren una pista de pádel, una piscina, un área de juego para niños y amplias zonas ajardinadas. Hay también una zona común y un gimnasio para los usuarios del edificio. La fachada está recubierta con placas de piedra natural y hasta el último vidrio de sus ventanas lleva un tratamiento Planitherm. En definitiva, alto standing por todas partes.
Que una urbanización de lujo posea servicios (piscinas, pistas, jardines) comunitarios no es inhabitual. Pero lo que sí llama la atención es que el sistema de climatización y ACS sea de uso colectivo para todo el edificio, en lugar de dotar a cada vivienda de generadores propios para que cada cual haga uso de ellos según prefiera. Es algo poco habitual en viviendas de esta categoría pero, no obstante, responde a una lógica aplastante. Con una instalación de este tipo se evitan duplicidades, se gana espacio, se reducen emisiones y se gana en tranquilidad para los inquilinos. Y todo ello sin que el confort se vea comprometido en lo más mínimo.
Un modelo para todos
El sistema escogido en este caso consiste en un modelo mixto que se apoya en tres calderas de condensación Thermomaster Condens 300 kW de Saunier Duval para la calefacción. El conjunto se completa, además, con 6 captadores solares térmicos verticales modelo SRV 2.3 Heliopan, de Saunier Duval, situados en la cubierta, así como generación de energía eléctrica distribuida y aprovechamiento de la energía térmica residual mediante microcogeneración a gas, tarea que corre a cargo de varias unidades ecoPOWER 4.7, de Vaillant.
La microgeneración no es otra cosa que el aprovechamiento del calor residual disipado por las calderas (u otras máquinas térmicas de potencia) para calentar el agua sin necesidad de recurrir a otra fuente de calor. Como se ve, aquí no se desperdicia nada. Gracias a la microgeneración se aumenta la eficiencia energética, se reducen aproximadamente un 60% las emisiones de dióxido de carbono y el consumo de energía primaria se reduce en un 30%, se evitan pérdidas por transporte de energía eléctrica, se reducen costes y se logra una menor dependencia de las subidas de los precios de la electricidad. Ahí es nada.
La microgeneración, de hecho, fue el factor determinante para que los diseñadores del edificio se decantaran por un sistema centralizado de uso comunitario. Y es que el edificio, al contar con una arquitectura de terrazas, dejaba poco espacio en cubierta para la instalación de paneles solares térmicos.
Mediante la instalación de unidades de microgeneración se podía reducir el número de paneles preceptivos que, de otra manera, hubiera debido incorporar el edificio.
En cuanto al agua caliente sanitaria, los captadores solares son capaces de cubrir el 16% de la demanda. El resto del aporte corre a cargo de las calderas Thermomaster Condens y de la ya citada microcogeneración a gas. El agua caliente obtenida de la colaboración de todos estos sistemas se acumula en un gran depósito común desde el cual se distribuye por las viviendas, si bien las calderas garantizan que el caudal pueda ser continuo, de manera que ningún inquilino va a echar en falta jamás el agua caliente demandada.
Un gran ahorro, sin renunciar al confort
Ya lo hemos dicho muchas veces: tan importante como la forma en la que se genera el calor, es la manera en la que este se distribuye por la vivienda. En este caso, se ha escogido, como no podía ser de otra manera, el suelo radiante. Así se logra un mayor confort con un menor gasto de energía y, en consecuencia, un ahorro económico debido a la utilización de impulsión del agua a baja temperatura en calefacción.
En total, el ahorro frente a un sistema de calefacción convencional ronda está entre el 10% y un 20 %. Además por motivos estéticos y prácticos, la no existencia de elementos emisores en las paredes facilitan la utilización de las estancias y no afecta a la decoración de la vivienda.
Pero, el suelo radiante no es el único protagonista en la distribución del calor. En previsión de la hipotética e inusual circunstancia de que algún usuario pudiera considerar que la respuesta del suelo radiante fuera un poco lenta en una primera puesta en marcha (debido a la inercia térmica), cada vivienda cuenta también con un sistema paralelo de climatización por aire.
Como se ve, no hay aquí un solo aparato que trabaje en solitario ni en exclusiva para un solo inquilino. ¿Será este el nuevo lujo? El lujo del confort compartido.