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El médico en la mochila
El médico en la mochila

El médico en la mochila

Guía práctica de primeros auxilios para montañeros y excursionistas

Autor: Redacción Re_Magazine - Tiempo de lectura: 5 min.

“La montaña siempre ha sido para mí una excusa para viajar: el lugar con el que soñaba cuando estaba en casa y con el que he vuelto a soñar cuando estaba en ella”. Para la montañera Edurne Pasaban, primera mujer en escalar las 14 montañas más altas del planeta, los viajes son sinónimo de cumplir sueños. Y vaya si los ha cumplido. También es cierto que por el camino ha sufrido y mucho. Si lo cuenta con vida es por la rapidez de los rescates, por ir siempre acompañada de todo un equipo. Por eso no duda en aconsejarnos llevar un botiquín siempre con nosotros y, en especial, llevar un botiquín de papel como es el nuevo libro de Kiko Betelu: “El médico en la mochila: manual de primeros auxilios para montañeros y excursionistas”. Nos lo propone para que los sueños viajeros no se conviertan en pesadillas ante el más pequeño problema de salud.

Nosotros ya lo hemos incorporado. Destacamos ahora cinco contratiempos que pueden terminar con cualquier sueño viajero. Y hacemos caso a Pasaban, como destaca en el prólogo de la guía, seguimos soñando con nuevas escapadas, nuevas montañas y nuevas experiencias “porque conocer mundo es la mejor escuela” para la vida.

Las ampollas

La guía está dirigida a montañeros, viajeros y andarines sin conocimientos sanitarios previos a los que ayudar a identificar los síntomas y a dotar de autonomía para resolverlas. Se entiende que la primera ficha hable de las ampollas. “Son pequeñas y parecen insignificantes pero pueden convertir en terrorífico cualquier pequeño paseo”, asegura Kiko Betelu, médico de emergencias y autor de la guía.

ampollas

Son fáciles de reconocer al ser pequeñas bolsas con contenido líquido que aparecen debajo de la piel generalmente por rozaduras. Ante ellas, nos proponen dejarlas intactas si no vamos a caminar más. “La piel es la principal protección del cuerpo ante las infecciones”. Si todavía tenemos que caminar horas o días, lo mejor puede ser atravesarlas con un aguja de coser previamente desinfectada al fuego. “Después desinfectaremos con Povidona yodada la zona de la ampolla antes y después de pincharla”.

La mejor manera de prevenirlas: “No emprender grandes marchas con calzado nuevo ni apretado y comprobar que los calcetines estén secos y sin arrugas o costuras excesivamente gruesas”.

Calambres y agotamiento por el calor

El invierno a muchos se nos hace largo y más si vivimos en zonas donde las nubes forman parte del paisaje. Entonces, llega el verano y salimos ansiosos a los caminos para rentabilizar cada hora de luz. El agotamiento, los calambres musculares y los riesgos de hidratación son peligrosos compañeros de viaje que pueden convertir la escapada en susto serio.

“Los calambres son contracciones musculares que suelen localizarse en las piernas y en la zona abdominal y son bastante dolorosas. Pueden ser el resultado de un ejercicio intenso que origina pérdida de líquido y sales del cuerpo a través del sudor”, explica Betelu para animarnos a descansar en un lugar fresco hasta que desaparezcan los síntomas y nos rehidratemos un poco con líquidos no muy fríos que lleven algo de sales.

hidratacion

Como consejos, la guía nos anima a usar el sentido común, que ya sabemos, que a veces es el menos común de los sentidos: “La mejor manera de evitar los calambres o el agotamiento por el calor es evitar el ejercicio en las horas centrales del día”, así como hidratarse de forma regular durante toda la actividad y añadir, en la medida de lo posible, sales minerales al agua. “Por lo menos, una cucharada de azúcar y una punta de cuchillo de sal por cada litro de agua".

Edema cerebral

Lejos de lo que parezca, los edemas producidos por la altura no se sufren sólo a los 8.000 metros sino a los 4.500, 5.000 metros de altitud por lo que un trekking a un campo base o a un collado puede convertir la experiencia en una trampa mortal para nuestro cuerpo.

“Los síntomas son claros: dolor de cabeza intenso, náuseas y vómitos. El cuadro, en vez de mejorar con las horas, empeora. Y, si evoluciona, puede acarrear el coma y de forma rápida la muerte”. Así de contundente se expresa Betelu y matiza que, además de estos síntomas, aparecen trastornos en la conducta y consciencia con alucinaciones y una gran inestabilidad.

Ante este gran contratiempo, la reacción debe ser rápida: perder altura. Además de aplicar oxígeno, si disponemos de él, utilizar una cámara hiperbárica portátil, muy recomendable en caso de expediciones al Himalaya, así como comenzar con la medicación: acetazolamida, dexametasona o furosemida. Si funciona, lo mejor es descansar y comenzar con el descenso. Lo más probable es que los síntomas del edema se reproduzcan si se continúa en altura.

pastillas

Reglas de oro en enfermedades de altitud

1. Si te encuentras mal por encima de los 3.500-4.000 metros es una enfermedad por altitud, mientras no se demuestre lo contrario.

2. Nunca asciendas con síntomas de mal de montaña.

3. Si te vas encontrando peor, desciende inmediatamente.

Botiquín de fin de semana

Saltamos las páginas de la guía y nos paramos ahora en los botiquines. No llegan al kilo de peso y pueden salvarte la vida, hacer posible un rescate a tiempo y dotarte de la autosuficiencia necesaria para automedicarte. “Ahora pueden llamarte con un teléfono satelital desde la cima del Everest o desde cualquiera de los campos de altura de una gran montaña. Lo que es una pena es que no puedan disponer de los medicamentes mínimos con los que salvarte la vida”.

- Manta de aluminio

- Factor de protección solar

- Torniquete

- Férula flexible

- Cánula oro-faríngea: Guedel tamaño 4.

- Venda elástica

- Esparadrapo

- Tiras adhesivas de papel: Steri-strip.

- Puntos de sutura.

- Guantes de vinilo

- 2 recipientes mono- dosis de Povidona yodada.

- 1 paquete de gasas estériles.

- Jeringa de 5 cc.

- Aguja del número 18. Y aguja de coser.

- Fármacos (Paracetamol, Ácido Acetil salicílico masticable, Ampolla de Adrenalina precargada)

Botiquín de ataque a cumbre

El botiquín de alta montaña presupone varias circunstancias muy diferentes: el aislamiento de meses de caminata, altura extrema de las montañas, países con muy pocos recursos para el rescate, asistencia sanitaria limitada… “Además es necesario calcular las cantidades en función de las personas y de la duración del viaje”. Parece una obviedad, pero nos sorprenderíamos de las pocas expediciones que disponen de un simple botiquín.

Nosotros nos fijamos en el kit de emergencia para equipos de ataque a cumbre. De nuevo, no pesa más de un kilogramo pero en su interior puede estar la vida o la muerte, en caso de encontrarse con una complicación de salud. “El ataque a cumbre es cuando se acumula el máximo riesgo de sufrir un problema grave y la máxima dificultad de esperar un rescate”. Por eso, los autores de la guía lo tienen claro: defienden la necesidad de portar un kit de emergencia con los siguientes elementos:

- 2 ampollas de Dexametasona

- 2 ampollas de Furosemida

- 1 ampolla precargada de Adrenalina

- 2 jeringas de 5 cc.

- 2 agujas

Ahora sí, ya no tenemos excusas para seguir cumpliendo sueños viajeros sin temor a que se conviertan en pesadillas.

mochila del botiquin