Un sistema de aerotermia de última generación para un hotel que ocupa un edificio de 223 años

El Hotel Alda Algalia, en Santiago de Compostela gana en confort y eficiencia gracias la incorporación de dos bombas de calor

El Hotel Alda Algalia, en Santiago de Compostela, es un ejemplo más de que cualquier tipo de edificio, independientemente de su localización, superficie o usos, puede beneficiarse de las ventajas de un sistema de climatización basado en la aerotermia. A sus 223 años, este venerable edificio de la capital compostelana ha pasado de depender del gasoil, a depender del aire. 

Han participado en este proyecto

Unio Ingenieros

Ingeniería

Saunier Duval

Tecnología

Que la aerotermia es un sistema de climatización fácil de instalar y respetuoso, no solo con el medio ambiente, sino también con la estructura y el aspecto de un edificio es algo que ya hemos dicho muchas veces. El caserío Besoitaormaetxea, con sus nueve siglos de historia es un buen ejemplo. También lo son este chalet protegido de la Colonia Retiro de Madrid o este palacete coruñés, igualmente catalogado como edificio histórico.

El edificio que ocupa el hotel Alda Algalia de Santiago de Compostela viene a engrosar esta lista. Fue construido en 1796 y reformado por última vez en 2003. Se trata de un edificio alto y estrecho situado en el casco histórico de la ciudad. Tiene seis pisos entre los cuales se distribuyen 15 habitaciones y una sala común en la planta baja. Un restaurante ocupa el sótano, pero es un negocio ajeno al hotel y solo comparte con él la calefacción, no la producción de agua caliente. La superficie total es de 784 m2. La estructura, como la mayoría de las del casco histórico de la ciudad, es recia, de muros anchos de granito. Desde la reforma de 2003 cuenta además con ventanas de madera dobles; es decir, que el edificio está bien aislado y es perfectamente capaz de mantener el calor del interior.

El problema es que, de entre todos los sistemas de calefacción existentes, el Hotel no contaba con uno demasido eficiente; una caldera de gasoil que estaba situada en la parte alta del edificio, bajo la cubierta, era la responsable de calderar el edificio a través de un sistema de radiadores convencionales.
 

A finales de 2015 el propietario del edificio consideró que había llegado la hora de apostar por un sistema más eficiente, más confortable y más sostenible. Siendo ingeniero industrial de profesión, conocía las ventajas de la aerotermia. Por eso se puso en contacto con los profesionales de Unio Ingenieros sabiendo lo que quería para su hotel.  

Los estudios previos revelaron que el sistema emisor existente sería suficiente para una instalación de calefacción basada en aerotermia, de manera que no iba ser necesario actuar en el interior del edifico, habitación por habitación. La obra simplemente consistió, por tanto, en instalar dos bombas de calor Genia Air 15 en la terraza de la planta baja, ocultas de la vista por la vegetación. Como la caldera de gasoil funcionaba perfectamente, finalmente se optó por conservarla para la producción exclusiva del agua caliente. La nueva instalación, por lo tanto, es un sistema híbrido, con aerotermia para la calefacción y gasoil para el ACS (excepto en el restaurante, que genera su propia agua caliente). 

La nueva instalación, además, supone una enorme mejora en la calificación energética del edificio, consiguiendo la clasificación A+ cuando funciona a media temperatura y A++ cuando lo hace a baja temperatura. En definitiva, el nuevo sistema de calefacción supone una mejora objetiva para un edificio que a sus 223 años, sigue renovándose para ser cada vez más confortable.