Aerotermia para un novedoso concepto residencial construido bajo los criterios de consumo casi nulo
La luz como creadora de formas y el agua como fuente de bienestar han inspirado a los diseñadores del edificio Iris, una urbanización de alto standing recién construida en la vía Hispanidad de Zaragoza que supone un concepto residencial pionero en la ciudad al contar con una importante porción de espacios comunes para una vida más cómoda y saludable: SPA, Baño de vapor, gimnasio, pádel, piscina exterior y zona infantil y otros privados de uso personal: piscina privadas en los áticos, jardines en planta baja y amplias terrazas en todas las plantas.. No en vano “agua, luz y vida” es el claim del proyecto. Pero es el aire y su energía el que, gracias a la aerotermia, dota a cada una de las viviendas del nivel de confort exigible en una construcción de esta categoría.
De un vistazo
Superficie
Urbanización de 3000 m². Cada vivienda entre 80 -100 m²
Coste
Coste de la instalación: 80 € /m² (similar al de edificios convencionales)
Tecnología
Genia Air 5, Magna Aqua de 300l y Genia Buffer 80
Localización
Zaragoza
Han participado en este proyecto
Sería sorprendente que un edificio con los estándares de calidad del Edificio Iris incorporara un sistema de climatización que no fuera la aerotermia. No porque se trate de una tecnología al alcance de unos pocos (es, de hecho, una tecnología asequible, a la par que la más eficiente y la que antes se amortiza); sino porque una vivienda de lujo debe ofrecer un nivel de confort que difícilmente pueden brindar otros sistemas de climatización: sin emisiones, sin olores, sin ruidos, con un mantenimiento casi nulo, etc.
María Pilar Sánchez Blasco, arquitecto de la promotora Cas, lo tuvo claro desde el principio: “Nosotros creemos firmemente que la aerotermia es el sistema de climatización del futuro. Las ventajas que aporta de ahorro y confort son muy superiores”.
Ahora bien ¿cómo se instala un sistema de aerotermia que dé servicio, no a una vivienda unifamiliar, sino a 58 residencias individuales entre bajos dúplex, viviendas en planta y áticos? Se trata de un asunto a considerar desde el mismo plano y que, en este caso, se ha resuelto dividiendo la instalación en dos partes: una colectiva/individual, dedicada a la producción de agua caliente sanitaria, y otra puramente individual, dedicada a la climatización.
Por una parte tenemos la instalación de agua caliente sanitaria, formada por dos depósitos Magna Aqua 2C de 300 litros cada uno. Estos acumuladores dan servicio a 7 u 8 viviendas por pareja.
Por otra parte tenemos la instalación dedicada a la climatización, que funciona de manera independiente de la de ACS, con sus propias bombas de calor Genia Air 5 Estas bombas, aunque son de uso individual, se han agrupado en el torreón de cada escalera, orientadas hacia una pared de lamas que las ocultan de la vista, pero permiten su acceso al aire del que extraen la energía. Además, unos acumuladores Genia Buffer 80 en el interior de cada vivienda apoyan a las bombas de calor.
Para la distribución del calor y el frío que producen las Genia Air, se ha escogido el suelo radiante. Los arquitectos insisten en destacar sus ventajas frente a los radiadores: “El sistema se basa en la radiación y por tanto la transmisión de confort es directa, es decir no emplea aire como elemento transmisor. Este hecho supone un ahorro de energía, pero además no condiciona la decoración ni ocupa espacio, no mancha las paredes, no reseca el ambiente ni produce ruido”.
En el Edificio Iris, además, el suelo radiante en el interior de cada vivienda cuenta con la particularidad de estar separado en dos circuitos, de manera que las estancias orientadas a una fachada sombría pueden calefactarse de manera independiente de aquellas que dan a una fachada soleada. Se trata de una forma tan original como efectiva de ahorrar energía a la par que se evitan saltos térmicos en el interior de la vivienda.
Todo esto, por supuesto, va acompañado de un aislamiento de la mejor calidad. Se ha colocado aislamiento proyectado en la hoja exterior de la fachada y lana de roca en el trasdosado interior de yeso laminado. Además, las ventanas tienen doble acristalamiento de baja emisividad para que tanto el calor como el frio no entren a la vivienda.
Todo ello resulta en un ahorro de en torno al 60% respecto a los sistemas de construcción y climatización convencionales. Y eso sin comprometer en ningún momento la estética de un edificio en el que la luz y el agua siguen siendo los protagonistas... con permiso del aire.
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