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Menos gasto y mayor confort para un chalet de Bergondo, gracias a la aerotermia
Menos gasto y mayor confort para un chalet de Bergondo, gracias a la aerotermia

Menos gasto y mayor confort para un chalet de Bergondo, gracias a la aerotermia

Proyectos de Re_ferencia

Incorporando una bomba de calor a una instalación existente, el consumo de esta vivienda se redujo en un 61%

Autor: Redacción Re_Magazine - Tiempo de lectura: 4 min.

El propietario de esa vivienda decidió incorporar una bomba de calor aerotérmica a su sistema de calefacción (caldera de gasoil), pasando a tener un sistema híbrido. No se tocó nada más, el sistema emisor sigue siendo el mismo, un circuito de radiadores. A partir de entonces la bomba de calor se ha encargado de hacer el 96% del trabajo, lo cual ha supuesto un ahorro del 61% en el consumo total en calefacción y agua caliente. 

Han participado en este proyecto

Teuvento

Instalador

Saunier Duval

Tecnología

Calentar este chalet en Bergondo, A Coruña, (250 m2, tres plantas, tres baños, salón, cocina y cuatro dormitorios) venía a costar unos 2.000 € al año. 2.000 € que se iban en llenar la caldera de gasoil al menos una vez antes del invierno y otra antes de que llegase la primavera. Con semejante consumo, los propietarios mantenían la caldera apagada mientras no estaban en casa; y evidentemente, después de unas cuantas horas fuera, se encontraban con la casa fría y bastante húmeda (Bergondo está a la orilla de la ría de Betanzos).

Aunque la caldera era relativamente nueva y funcionaba perfectamente, Manuel, el propietario de la vivienda, decidió hace ya unos años, en 2012, buscar una alternativa al gasoil. “El gasoil estaba por las nubes y no me podía permitir gastar más de 2.000 € al año, como venía haciendo hasta entonces”, cuenta. El objetivo primordial, por lo tanto, era reducir el gasto en calefacción; y no solo por lo elevado que era, también por lo imprevisible que resultaba debido a la gran variabilidad de los precios del gasoil.

caldera de gas de bergondo
Fachada del chalet.

Pero los profesionales de Teuvento a los que consultó le ofrecieron una solución que iba mucho más allá de lo esperado. Para empezar, después de haber estudiado las características de la vivienda y de su sistema emisor de radiadores le informaron de que con un sistema híbrido basado en aerotermia (bomba de calor + caldera) el ahorro estimado rondaría el 60%; por otro lado, la temperatura en el interior de la vivienda sería constante, con lo que se evitaría esa desagradable sensación de volver cada día del trabajo a una casa fría; y esto, además, serviría para mantener la humedad a raya. Finalmente, apenas sería necesario hacer obra: instalarían la bomba de calor en el exterior y la conectarían al sistema emisor y a la caldera, eso era todo.

Me pareció increíble no tener que reponer el depósito de gasoil en todo un año

Manuel aceptó sin dudarlo y apenas dos semanas después ya tenía la instalación hecha. Se montó un sistema Genia Hybrid alimentado por una bomba de calor Genia Air 8, todo ello de Saunier Duval. La bomba de calor, que quedó emplazada en un lateral del edificio, es la que se encarga desde entonces de la calefacción prácticamente en exclusiva. La caldera de gasoil, que como decimos era relativamente nueva, solo se activa en casos puntuales de mucha demanda. Aparte de eso, su único trabajo es el de procurar agua caliente

bomba de calor
Bomba de calor en el lateral del edificio.
bomba de inercia
Cuarto de instalaciones.
bomba de calor en el lateral del chalet
Bomba de calor en el lateral del edificio.

Para conocer hasta qué punto el ahorro prometido se cumplía, Manuel pidió a los técnicos de Teuvento que instalasen un contador con el que poder monitorizar el consumo de la nueva instalación. Exactamente un año después, él mismo pudo confirmar, con todos los datos en la mano, que el ahorro había sido del 61%. Concretamente pasó de gastar 2.120 € a gastar 826 €. “Me pareció increíble no tener que reponer el depósito de gasoil en todo un año”, cuenta. Ahora tampoco tiene que seguir apagando la calefacción cada vez que se va a trabajar. Sin apenas consumo, la bomba de calor se encarga de mantener la temperatura de confort constante, las 24 horas, durante todo el invierno. De la humedad ambiental no ha quedado ni rastro. “¡Se acabaron los resfriados!”, dice Manuel seis años después de apostar por la aerotermia.