Por qué todos los días son el Día de la Tierra
La Tierra necesita ayuda… Y el Día de la Tierra ha venido a recordárnoslo.
Sobran las razones para entender que el Día de la Tierra es una fecha necesaria en nuestros calendarios para recordarnos y animarnos a recuperar el objetivo con el que fue creado. Asimismo, no olvidemos que el trabajo por un desarrollo sostenible es una cosa de cada día.
Tendríamos que viajar a 1970 para revivir el primer Día de la Tierra. Desde aquel 22 de abril, en el que se congregaron más de 20 millones de personas en EE.UU., la conciencia ambiental ha pasado de ser una cuestión marginal a convertirse en toda una preocupación general.
Sin embargo, los problemas medioambientales actuales van todavía más allá del aire sucio, el agua contaminada y los agujeros en la capa de ozono. Y esto tiene que cambiar.
Cuidar de nuestro planeta: una tarea del día a día
La Tierra claramente nos está pidiendo ayuda. Los océanos se llenan de plásticos y se vuelven más ácidos. El calor extremo, los incendios forestales, las inundaciones y otros eventos climáticos han afectado a millones de personas.
El cambio climático, la actuación del hombre en la naturaleza, así como los crímenes que perturban la biodiversidad como la deforestación, el cambio de uso del suelo, la producción agrícola y ganadera intensiva o el creciente comercio ilegal de vida silvestre, pueden acelerar el ritmo de destrucción del planeta.
La humanidad enfrenta cada día unos desafíos ambientales que van creciendo en número y gravedad desde la Conferencia de Estocolmo de 1972 y que representan ya una emergencia planetaria.
El programa para el medio ambiente de la ONU: los cinco principios de actuación
Es hora de hacer las paces con la naturaleza: la evidencia científica claramente afirma que estamos ejerciendo presiones extremas sobre el planeta. Sin embargo, desde la ONU nos proponen cinco líneas principales de actuación para iniciar este proceso de transición.
1. Poner freno a la transformación ambiental
La transformación ambiental está perjudicando todos los logros que había conseguido en cuanto a desarrollo se refiere, acarreando costes económicos y millones de muertes tempranas al año.
Además, impiden el avance de la erradicación de la pobreza y el hambre, la reducción de las desigualdades, la promoción de un crecimiento económico sostenible y un trabajo digno para todas las personas.
2. Romper con la tendencia actual
Es necesario romper (y de manera urgente) con la tendencia actual de abandono del medio ambiente si queremos afianzar un futuro para los y las jóvenes de hoy y las generaciones futuras. ¡Los próximos 10 años son vitales!
Las emisiones de dióxido de carbono tienen que verse reducidas en un 45 % antes del 2030 (en comparación con los niveles de 2010) y alcanzar el cero neto de emisiones antes de 2050, para limitar el calentamiento global a 1,5 ºC en consonancia con el Acuerdo de París.
Sin embargo, es necesaria una actuación urgente para cumplir estos objetivos.
Según el último informe del IPCC (El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) limitar el calentamiento a 15℃ será imposible sin una reducción rápida de CO2 en todos los sectores.
Para ello, es necesario evitar el uso de combustibles fósiles e iniciar una transición hacia las energías renovables y las posibilidades que éstas ofrecen, como nuestras soluciones de aerotermia, la climatización más eficiente y sostenible: cero emisiones, cero ruidos y hasta un 60% de ahorro en la factura energética.
3. Trabajar de forma conjunta
Queriendo conseguir la sostenibilidad, las emergencias ambientales y el bienestar humano deben abordarse de forma conjunta.
Es necesario unir fuerzas a la hora de elaborar objetivos, metas, compromisos y mecanismos de los principales convenios actuales para que la sinergia sea más eficaz.
4. Invertir en un futuro sostenible
Es necesario incluir el capital natural en la toma de decisiones e invertir en la transición hacia un futuro sostenible.
Los sistemas económicos y financieros tienen la necesidad de transformarse para dirigir e impulsar el cambio hacia la sostenibilidad.
5. Tú también eres el protagonista
Todo el mundo tiene un papel que desempeñar en esta película. Es vital que cada uno de nosotros y nosotras pongamos todo lo que está de nuestra mano en aras de una transformación de la relación de la humanidad con la naturaleza.
Sobran las razones para entender que el Día de la Tierra es una fecha necesaria en nuestros calendarios para recordarnos y animarnos a recuperar el objetivo con el que fue creado. Asimismo, no olvidemos que el trabajo por un desarrollo sostenible es una cosa de cada día.
Y tú, ¿te animas a celebrar este día por el planeta y nuestro futuro?