La incorporación de una bomba de calor redunda en un ahorro energético del 60%
Solemos imaginar que la adopción de la aerotermia en nuestra vivienda pasará necesariamente por un periodo de reformas, ruidos, suciedad y molestias de todo tipo. Nada más lejos de la realidad. Una bomba de calor es un elemento de muy fácil implantación, ya sea para conformar una instalación nueva o para mejorar una existente; no requiere de grandes obras y apenas exige mantenimiento. A cambio, los resultados son sorprendentes en términos de eficiencia, ahorro y consecución del máximo confort.
De un vistazo
Localización
Alcobendas, Madrid.
Superficie
300 m2 divididos en tres plantas.
Tecnología
Genia Air 15
Sistemas y servicios
Sistema aerotérmico (bomba de calor+suelo radiante) para calefacción y caldera exclusivamente para ACS
Ahorro
60% respecto al sistema anterior.
Han participado en este proyecto
PROYECTOS ENERGÉTICOS ECOGAS, S.L.
Instalador
Tecnología
Hablamos de un chalet unifamiliar en la tranquila Cuesta del Cerro de Alcobendas, una casa de unos 300 m2 divididos en tres plantas (cinco dormitorios y tres cuartos de baño) que es vivienda habitual de sus propietarios. En cuanto a la climatización, la solución existente anteriormente se componía de una caldera, para la generación de los servicios de calefacción y agua caliente, y de un sistema de suelo radiante para la distribución del calor. Una elección no del todo eficiente, teniendo en cuenta la superficie a cubrir, que generaba una factura energética mensual muy elevada.
Conscientes de que el sistema era muy mejorable, los propietarios de la vivienda decidieron hacer algo al respecto, para lo cual se pusieron en manos de los profesionales de Ecogas. El objetivo que perseguían estaba muy claro, alcanzar el máximo ahorro con la menor inversión posible.
Una primera inspección por parte de los técnicos dejó claro que la vivienda, sin bien no era nueva (tiene más de 20 años), contaba con buenas calidades de aislamiento y ventanas térmicas. A menudo se consigue un gran ahorro limitando las pérdidas de calor en cajones de persiana, premarcos de ventanas, etc. Pero como decimos, en este caso no hizo falta.
En cuanto al sistema de calefacción, no hubo duda; la vivienda ya contaba con suelo radiante, que como hemos dicho en varias ocasiones, es el aliado natural de la bomba de calor debido a la baja temperatura de impulsión que requiere. La calefacción por aerotermia era pues la opción lógica y la que mayores beneficios podría aportar. Una bomba de calor encajaba además con la idea de los propietarios, pues permitía aprovechar la instalación existente.
Teniendo en cuenta la superficie a calefactar, se escogió una Genia Air 15, que fue emplazada en un lateral de la vivienda. Con este cambio, por cierto, el suelo pasó a ser no sólo radiante, sino también refrescante lo que permite alcanzar la temperatura perfecta en el interior de la vivienda incluso en verano. Además, aprovechando que había que desconectar el suelo radiante de la antigua caldera, se llevó a cabo una limpieza exhaustiva de sus conductos.
Respecto al agua caliente sanitaria, se tomó la decisión de mantener la antigua caldera para su producción en exclusiva. Evidentemente hubiera podido lograrse una mayor eficiencia y ahorro si la generación hubiese sido también aerotérmica. No obstante, teniendo en cuenta que uno de los requisitos de los propietarios de la vivienda era aprovechar la instalación para que el coste de renovación del sistema de climatización no fuera muy elevado, se descartó esta opción (al menos temporalmente).
El ahorro con aerotermia resultó ser, finalmente, de en torno al 60%. ¿Quién hubiera pensado que sólo con la incorporación de una bomba de calor una antigua instalación se convertiría en un nuevo sistema de climatización renovable y altamente eficiente? Más teniendo en cuenta que, como decimos, la reforma se llevó a cabo casi sin obras. Y todo ello asegurando, además, un confort óptimo a los propietarios.
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